“No se puede llegar a todo el público, por eso hay que definir muy bien los objetivos”.
- Por Lucía Alcolea
Creadora de la marca Mangata, Belen Cortés ha encontrado su espacio en la industria de la moda y está muy bien posicionada en las tiendas multimarca. Sus prendas multiusos son las facciones de un rostro definido, y se distinguen fácilmente en este cosmos saturado de tendencias. Con personalidad y los objetivos muy claros, camina sobre seguro intentando no tropezar “en el descontento de mis clientas”. Habrá logrado el éxito, dice, “cuando todas mis compradoras estén cien por cien satisfechas”.
-¿Cómo nace su interés por el mundo de la moda?
-Hace mucho tiempo. Me he dedicado a otros negocios, pero siempre han estado relacionados con este mundo. Hace aproximadamente un año que comencé con Mangata. Cuando doy el salto veo que es a lo que quiero dedicarme realmente.
-¿Qué dificultades encuentra a la hora de dar ese salto?
-Dificultades, quizá económicas, como en todos los negocios. Suena raro, porque todo el mundo dice que los comienzos son muy difíciles, pero mi equipo ha hecho que las cosas sean más fáciles. Con la primera campaña empezamos a funcionar fenomenal y estamos muy bien posicionados en tiendas multimarca. Desde el primer momento, hemos estado desbordados con las ventas. Quizá ha influido la experiencia que tenía con otras marcas, aunque con Mangata tengo los conceptos más claros y más conocimientos.
-¿Es un mundo muy competitivo?
-Sí. Las marcas de precio medio son las que tienen la parte más grande de la venta. Es muy complicado competir en precio, en calidades, pero cuando tienes el concepto claro de tu marca, cada uno defiende lo suyo. Facilita mucho el camino tener muy claro lo que quieres hacer y a quién te quieres dirigir. No se puede llegar a todo el público, por eso hay que definir bien el público objetivo, la franja de edad y los puntos de venta. Cuando depuras todo es más fácil conseguir el objetivo. Es uno de los puntos que tenemos a favor.
-¿A quién va dirigido Mangata?
-A mujeres entre treinta y tantos y cincuenta y tantos años. Una mujer madura, muy atrevida sobre todo y transgresora. Con un nivel económico medio alto. No nos gusta producir básicos porque esa parcela de mercado está cubierta.
-Tiene diseños con un corte clásico que a la vez resultan muy rompedores y tratan de contar algo diferente
-Efectivamente. Eso es lo que busco. La prenda fácil y comercial, que te puedas poner en cualquier momento, pero que tenga un toque diferente. Me gustan mucho la ropa multiusos, reversible. Un vestido que un día te sirve para una fiesta y otro día para ir a la oficina. Cuando ofreces una prenda que te da dos o tres posibilidades, ofreces un argumento de venta. Es una estrategia comercial que planteas con algo que tiene un precio elevado, pero a la que vas a sacar mucho partido.
-¿El éxito radica en seguir su propia línea y a la vez asegurarse de que lo que saca al mercado va a ser comercial?
-Bueno puede que radique ahí, y en dar muchísimas opciones a la prenda y creer en lo que haces, fundamentalmente. También en desechar las ideas que solo son comerciales y están relacionadas con la prenda clásica. Si hago un pantalón de cuero por ejemplo, sé que se va a vender, pero lo voy a hacer en un tono rojo Ferrari porque quiero que tenga alma. Creerte lo que está en tu cabeza y lo que hay en ti. El éxito radica en hacer lo que te gusta, que es un privilegio.
-El alma de Mangata es fácilmente reconocible.
-Yo creo que sí, porque hay patrones que están en todas nuestras colecciones, como las levitas o los abrigos desmontables. Las prendas reversibles son un sello de la casa, al igual que los vestidos y las prendas superescotadas. Me gustan las mujeres sexys y potentes. De hecho, tallamos por encima de la media, porque me gustan con curvas, escotadas.
-¿Hasta qué punto una mujer se define por su forma de vestir?
-La ropa nos imprime carácter y nos define mucho. Por ejemplo, Carolina Herrera es para una mujer más clásica. Cada ropa está enfocada a un perfil social, psicológico o a una forma de vida. A cada mujer le define su marca.
-Tiene mucha presencia en las tiendas multimarca. ¿Cómo ha sido la expansión de Mangata?
-En la primera campaña arrancamos con 23 puntos de venta. Fue muy visual y potente. En la segunda subimos a 85, con una previsión de doblarlo en la tercera. En la segunda no hemos subido más porque a veces no vale de nada vender mucho si no tienes capacidad de producción suficiente. En la campaña de verano, que lanzamos en noviembre, creemos que habrá una crecida similar, aunque no somos partidarios de masificar la venta, sino de expandirnos hacia otros mercados internacionales. Hoy en día, con las redes sociales y las ventas online, masificas el producto. Lo quemas.
-¿Las redes sociales y la venta online están cambiando el concepto de vender y comprar?
-Las redes sociales tienen tanto de dulce como de amargo. Te dan publicidad gratuita y una presencia en tiendas que no tendríamos sin ellas, pero a la vez queman la marca y el producto. Nosotros, como marca, y esto es algo que no hace casi nadie, no tenemos tienda online y no la tendremos. Es una decisión que me costó tomar, porque supone una pérdida económica importante, pero decidimos no hacerlo por una cuestión de principios. Considero que mi cliente es la tienda multimarca y es esa tienda quien debe vender a su cliente final. No hacer la cama y la competencia a nuestras propias tiendas. Esto es algo que nos ha beneficiado mucho a la hora de encontrar puntos de venta.
-Una apuesta arriesgada y valiente
-Sí, porque somos conscientes de que la pérdida económica es fuerte, pero de otra forma me parecería desleal. Lo que no hago es saltarme la cadena. Tengo una web en la que publico todos mis puntos de venta y sus enlaces a tiendas online, y vendiendo ellas, vendo yo. Además, no puedo tener más de setecientas prendas en stock para ir vendiendo de una en una, por lo que también es una buena estrategia económica.
-Y así vende todo lo que diseña
Sí. Vendo todo lo que diseño. Ha sido arriesgado, pero estoy supercontenta por esa decisión de no vender online.
-¿Y dice que no ha llegado al éxito?
-El éxito se dará cuando tenga la tranquilidad de poder producir al ritmo que vendo, es decir, cuando logre la estabilidad en la producción. Crear es fácil y vender relativamente, porque la gente demanda la marca, pero el éxito vendrá cuando pueda compensar mis ventas con mi producción, es decir, tener un porcentaje de quejas cero entre mis clientes y servirles al cien por cien. Cuando tienes una capacidad de producción totalmente controlada y la cadena de producción es perfecta. Entonces ves el éxito.