“Si lo combinas bien, hoy en día puedes llevarlo todo”
Por Lucía Alcolea.
De lejos, sentada en una terraza de un local de postín en el barrio del Sardinero, Maripi Argüeyo parece un punto blanco. Sola, fuma estilosamente, con una coleta y la raya al medio, en lo que parece un intento de ordenar también el interior de su cabeza. En las distancias cortas, sonríe y el carmín rosa de sus labios se intensifica. Tiene ese toque de persona que está acostumbrada a que la miren por la calle, y le gusta. Habla de su compañera, “que llegará en seguida”, la otra Pilar Ibáñez de esta marca de dos pilares, DOSP COLLECTION, y mucha personalidad. Pilar es alta, estilosa, como una modelo que no se ha creído su belleza del todo. Convencida. Ambas han combinado su gusto por la ropa para lanzarse al mercado y han creado una “joya”. Se sientan. Una al lado de la otra. Su complicidad resulta intimidante. Piden café, dicen que no quieren fotos porque siempre salen mal. Un discreto silencio se cuela entre las dos antes de que la primera se lance a hablar. “Llevamos un día… hemos recibido unas telas de la India…”. Así da comienzo la entrevista, comentando lo corto que resulta el tiempo dentro de las horas.
-¿Por qué deciden crear DOSP COLLECTION?
-Porque a las dos nos apasiona el mundo de la moda. Nos conocimos hace unos años, porque nuestras niñas iban juntas al cole e íbamos de compras. Hace dos años y medio comenzamos a comprar telas y a hacer ropa para nosotras. Luego comenzamos a traer telas de la India y como por entonces no era muy común, todo el mundo nos decía que le parecía bonito y nos preguntaba. Pilar dijo que si nos poníamos juntas a comercializar lo que hacíamos. Cada una tenemos un cometido, nos compenetramos súper bien y compartimos este gusto por la ropa, donde siempre nos encontramos.
-¿Por qué telas de la India?
-Porque siempre nos ha encantado lo étnico. Al principio nos disfrazábamos un poco, porque no lo llevaba nadie. Ahora ya está integrado en muchas colecciones, pero empezamos porque descubrimos estas telas hechas a mano en la India, nos maravillaron y conseguimos proveedores. Comenzamos haciendo diez piezas. Pilar se las ponía y se iba a pasear por las tiendas de Bilbao. La gente le paraba por la calle. Una propietaria de una tienda se acercó a preguntarle y así logramos la primera entrada en el mercado.
-Se encargaban de toda la cadena de producción ustedes mismas
-Al principio sí. También vas aprendiendo sobre la marcha. Éramos como hermanas y hacíamos ropa para nosotras y para las niñas. La gente nos preguntaba que dónde se vendía. Y pensamos ¿y si nos lanzamos? Era algo totalmente nuevo. Lo más representativo fue cuando la tienda de Cuatro en Santander nos vendió muchas piezas en la primera temporada. Entonces vimos que era comercial.
-¿Podría decirse que la esencia de su marca es ese espíritu étnico con el que nació y que no se ha diversificado del todo?
-En la primera y la segunda campaña empleamos telas vintage hechas a mano, pero hemos introducido más telas que están funcionando muy bien. Para esta campaña de verano hemos traído material de la India, pero es diferente, y también hay telas italianas.
-Plantean una línea dirigida a mujeres transgresoras, atrevidas y con personalidad. ¿Prendas exclusivas y no como fondo de armario?
-Lo más sorprendente es que la gente que nos compra la ropa tiene más de cuarenta años. Cuando lo ves puedes pensar que es para una chica joven. Sin embargo, la mayoría de clientas tiene entre 40 y 55 años. Aunque quizá la clienta fija es una mujer trabajadora, independiente y que tiene un poco de vida social. Pero el perfil tampoco es el de señora súper moderna y atrevida. Hay que tener en cuenta que lo que hacemos es personalizar la prenda y eso es precisamente lo que buscamos con la nueva colección. A mediados de enero, tenemos previsto abrir un showroom en Santander con esta colección, donde trataremos con la clienta directamente y personalizaremos las prendas.
-¿La moda del presente, y quizá del futuro, consiste en adaptarse a los gustos del cliente y no vender tanto la prenda con un diseño cerrado?
-Yo creo que existe Inditex, por ejemplo, donde todo es igual y en cadena. Pero a estos precios hay que personalizar.
-Porque DOSP COLLECTION vende más bien prendas ‘capricho’…
Sí, somos totalmente conscientes de eso.
-Venden a tiendas multimarca y online, ¿se han planteado abrir una tienda física?
-No, aunque para la próxima campaña, como te decía, haremos el showroom. Hasta ahora sacamos la colección de verano a primeros de enero y la mayoría de tiendas multimarca ha comprado ya en septiembre, que es cuando los diseñadores lanzan las colecciones de verano. Pero para personalizar nuestros modelos a las clientas, debemos presentar la colección antes, como el resto de los diseñadores.
-¿Cómo se innova en la moda?
-Es muy difícil. Todo el mundo habla de que todo está inventado. Al final lo que distingue a cada uno es su gusto y su forma de combinar las cosas, porque estén bien hechas y sean buenos materiales. Nosotras vamos por ese camino, aunque te cierras una serie de puertas, porque es más caro, pero ganas en la calidad de las telas y en las pieles.
-¿Se lleva todo?
-Si se lleva con gusto, sí. Puedes ir con un sombrero, una pamela o una gorra, una falda por la rodilla y una minifalda. Unas botas altas y con súper tacón. Si lo combinas bien, hoy en día puedes llevarlo todo.
-¿El gusto se crea o nace?
-Se puede aprender, pero existe algo innato.
-Algo innato que tienen ambas, por eso conectan tan bien.
-Cuando te gusta esto puedes estar horas hablando de ello, de una colección que has visto o una chaqueta. Por otro lado, eso no quiere decir que seamos vacías o no tengamos los pies en la tierra.
-¿La moda no se ha logrado quitar el estigma de la frivolidad?
-No, se frivoliza mucho con la moda. La verdad es que también es difícil encontrarte con gente que valora este tipo de cosas. Hoy en día hay mucha gente que sigue tendencias, pero sin personalidad, y si le gusta cómo va vestido alguien quiere tener su ropa, sin saber si le pega o no. Pero ese gusto por lo exquisito y por ponerte una prenda no lo tiene todo el mundo, es otra cosa.
-¿Las redes sociales aúpan la marca?
-Sí, muchísimo, sobre todo Instagram y las bloggers. El año pasado hizo algún post con nosotras la bloguera Marta Lozano y se incrementaron mucho las ventas. Marta Hazas sacó en El Hormiguero un vestido nuestro y esa misma noche logramos 2.000 seguidores más. Fue un bombazo. Aun así, no hemos apostado apenas por la comunicación, aunque imagino que tengamos que terminar haciéndolo.
-¿Todas sus prendas se fabrican en Cantabria?
-Sí, pero el problema son los talleres y los costes, que se nos elevan muchísimo. Es una barbaridad, pero tampoco hemos salido de aquí a mirar. Quizá con el tiempo lo hagamos.
-¿Dan un poco de sí mismas en cada diseño?
-Sí, pero lo que intentamos es que haya piezas que sean comerciales. Somos muy atrevidas, pero entendemos que hay piezas que no son tan fáciles de vender. Al final hay que adaptarse y hacer una línea comercial más suave, aunque también introduzcamos esas pinceladas que son más nosotras.
-¿Hay que romper moldes en el mundo de la moda?
La ropa nos divierte. Sabemos que la gente nos mira cuando vamos a trabajar a las ocho de la mañana por lo que llevamos puesto, pero nos encanta. Nosotras defendemos las piezas. Tienes que ir cómoda con lo que llevas puesto. Si no encajas en una prenda, en seguida se nota.
-Vendan la marca DOSP COLLECTION
-Es un producto exclusivo y diferente a lo que hay en la calle. Todas las prendas tienen un algo y todo el mundo nos lo dice. Eso es lo que más nos repite la gente. Quiero llevar algo tuyo porque sé que voy bien y me van a decir algo.